VII (Ice Age)
La imagen incorpórea de Jodah, en un inicio, asustó tanto a Hanna como a Orim. En el momento en que Jodah mencionó a los hermanos, Hanna preguntó
en voz alta: “¡Espera! ¿Qué quieres decir con que eres descendiente de la
familia de Mishra y Urza?”. Sin embargo, la voz de Jodha
siguió hablando sin tomar en cuenta la pregunta. “Mejor escuchemos lo que tiene
que decir” propuso Orim.
La imagen de Jodah continuaba hablando frente a las dos mujeres.
“… ya han pasado desde esa
vez. Y por eso estoy aquí, para hablarles de ellos, de lo que sé. Nuestro
conocimiento es reciente. Durante la Oscuridad magos como yo, fuimos
perseguidos por el estigma de los hermanos. La magia fue prohibida y todo
rastro de ella fue borrado o modificado de los libros de historia. Y es que en
la Ice Age, la Era de Hielo, no teníamos tiempo
para escribir, sólo para sobrevivir. Quiénes teníamos el tiempo, no lo
utilizábamos para el beneficio de Dominaria. Me arrepiento ahora de eso y
espero enmendar mi error, por eso acepté ayudar, aunque solamente fuera con este hechizo
de memoria. Muchos son los seres que sólo ven por sus propios intereses.
Algunos hombres mortales o demonios con larga vida… y hay otros que se creen
dioses, aunque no lo sean. Ellos son los llamados Planeswalkers, los caminantes de Planos. Esos seres existen,
que de eso no les quede duda. ¿Qué buscan? Sólo ellos lo saben. Son capaces de
manipular el maná que sale de la tierra. Son poderosos e inmortales, a menos
que ellos decidan que su esencia desaparezca o sean destruidos por otro planeswalker… pero me estoy adelantando.
Mi propósito es otro: darles a conocer hechos de los pasados 4000 años, para
que comprendan y se convenzan… para que persuadan a otros y hagan que abracen la
misión. Su misión.”


“Con la Iglesia de Tal
destruida, así como la ciudad de los Magos, los sobrevivientes fuimos nómadas
hasta asentarnos en la Ciudad de las Sombras. Me convertí en el Archimago y me
casé. No obstante, el agua que había
bebido y me había mantenido consiente en aquella cueva empezó a mostrarme sus
virtudes y tragedias. Yo envejecía lentamente, mientras aquellos quienes eran
mis amigos… mi esposa… morían. Esta situación hizo que la pena y la angustia me
llevaran por un sendero de locura… Consciente de esto, utilicé el espejo que me
había dado mi antigua maestra Vaska y (tratando de retener mi cordura) comencé
a almacenar en él mis recuerdos… limpiando mi memoria de toda emoción. Viví
tanto tiempo que me dieron el título de Archimago Eterno e incluso conocí a Zur, quien deseaba obtener vida eterna. Durante ese periodo me concentré
en el análisis de la Iglesia de Tal ¿Por qué durante tanto tiempo se dedicaron
a perseguir la magia y a los ingenieros artífices? Lo que encontré apuntaba a
que la Iglesia, intervenida por agentes phyrexianos, buscaba anular la
resistencia que pudiera ofrecer Dominaria, eliminando o persiguiendo a los
magos y a los ingenieros artífices… Habíamos triunfado, sin saberlo… pero hubo
algo que me puso paranoico: los seguidores de la Iglesia de Tal se veían por
fuera tan normales, tan humanos, pero por dentro eran máquina… ¡cualquiera
podría ser un agente de Phyrexia!”.

“He aquí donde los intereses personales,
la ambición, egoísmo y arrogancia se
entrelazan… No creo haber utilizado mal mi tiempo en analizar el plano de
Phyrexia, pero fui ingenuo al pensar que otros veían por el bien común de
Dominaria… Los caminantes de Planos… los planeswalkers, muchos han sido los
seres que han encendido su chispa y se han convertido en seres con poder casi
infinito… Dependen del maná de la tierra y manejan los fenómenos a su favor.
Dos planeswalkers llamados Leshrac y Tevesh Szat, en su intento por obtener más poder, eran los dos seres
detrás del nigromante Lim-Dül… Leshrac necesitaba un ejército de zombies para
conquistar otro plano llamado Shandalar…
por su parte Tevesh Szat era el planeswalker que deseaba que la Era de Hielo se
extendiera, pues su hambre viene de la muerte… tenían objetivos en común… y
ambos aumentaron enormemente los poderes de Lim-Dül. La planeswalker élfica
Freyalise tenía otro objetivo en mente, pero quizá igual de egoísta. Cuando
Jaya me llevó con Freyalise, nos dijo que ayudaría a restaurar mi mente, pero a
cambio pidió utilizar mi espejo para
llevar a cabo un hechizo: el WordSpell. Yo
no estaba en posición de negociar, así que Jaya aceptó por mí.”
“Lo que pasó después lo sé por
la esencia que Freyalise dejó en mi espejo, no porque haya estado presente en
los eventos: Tras el final de la Guerra
de los Hermanos, el evento fue tan catastrófico que Dominaria en sí, se
protegió. El plano mismo creó un cristal que
lo encerró, evitando que los planeswalkers
pudieran entrar o salir de Dominaria… Conscientes de esto, los planeswalkers atrapados en Dominaria se
reunieron para discutir qué hacer para romper el cristal y poder viajar a otros
planos. La reunión se conoció como el
cenit de la Luna Nula, pues se llevó a cabo en el satélite artificial de
Dominaria: la Luna Nula… Además de Freyalise,
Leshrac y Tevesh Szat, acudieron Kristina
of the Woods, Taysir y Faralyn, así como dos ayudantes del mismo Faralyn.
Aunque acudieron en común acuerdo, pues era deseo de todos destruir el cristal
que los aprisionaba, en secreto Faralyn planeaba la muerte de uno de los planeswalkers para que la energía
liberada destruyera el cristal. Incitó pues a que se atacaran entre ellos… Ninguno murió, pero la batalla hizo que por un momento el cristal se
debilitara, permitiendo a Faralyn, Leshrac y Tevesh Szat escapar de Dominaria… Fue
entonces cuando Freyalise y Kristina planearon un rito para destruir el
cristal. Freyalise necesitaba mi espejo, que había sido receptor de siglos de
energía en memorias. El hechizo Wordspell
fue un éxito: además de romper el cristal y permitir que los planeswalkers pudieran viajar una vez
más fuera de Dominaria a otros planos, terminó con la Era de Hielo que azotaba
al plano desde hacía siglos. Era el año 2934 AR. Freyalise me regresó el espejo… pero algo
había cambiado en él. Decidí no utilizarlo y empecé a meditar para liberar mi
memoria… ya no deseaba depender de un objeto para estar bien.”
“Mi condición, el ser
utilizado varios años por Lim-Dül,
me impidió estar percatarme de algo que ahora sé: Mientras los planeswalkers llevaban a cabo los
preparativos para encontrarse en el Cenit de la Luna Nula, una guerra se
desataba entre Lim-Dül y Jaya,
siendo ella la vencedora. El nigromante perdió la totalidad de su ejército de
no-muertos al enfrentarse a Jaya y al rey Darien
Kjeld… Leshrac necesitaba ese ejército para viajar al plano de Shandalar.
Furioso por su pérdida, tomó a Lim-Dül y lo llevó con él… Eso nos enseña que un
planeswalker puede llevar consigo a
otros. Cualquiera puede viajar entre planos, pero sólo un caminante de planos tiene la habilidad de utilizar su chispa para
hacerlo a su antojo.”
“20 años después de el hechizo
Wordspell, Jaya una vez más apareció en mi vida. Esta vez era una invitación a
una boda, se casaban los hijos de Darien
y Lovisa Coldeyes..."
"…los clanes de ambos líderes
fundaron la nación de Nueva Argive… Durante el viaje noté a Jaya cambiada… me
mostró un anillo, el cual me dijo, perteneció a Lim-Dül… se comportaba de manera extraña y no me hizo gracia el
hecho de que usara el anillo del nigromante… Hablaba de necesitar la sangre de
Urza para llamarlo… no entendía de lo
que hablaba y, al tratar de calmarla, me atacó con una daga… me hirió en la
garganta… traté de defenderme, pero moría… necesitaba mi espejo para ampliar mi
magia y curarme… lo logré, pero en ese momento, al usar mi espejo, me di cuenta
lo que Freyalise le había hecho…
Ella había sentido que alguien cercano a ella tenía la chispa… Ese poder latente que, una vez activado, hace que un ser
se convierta en planeswalker… Normalmente, por lo que ahora sé, la chispa se activa en una situación de
estrés, o un evento de vida o muerte… pero Freyalise necesitaba aliados, otros planeswalkers como ella… Freyalise creía
que quien tenía la chispa era yo… hechizó el espejo para activar la chispa de
quien lo usara. En ese momento me di cuenta que, cada vez que estaba en
presencia de Freyalise, alguien más estaba conmigo: Jaya. Durante el duelo, contra una Jaya incontrolable balbuceando
cosas sobre el Amo de las Máquinas,
quebré el espejo contra su cara. La chispa de Jaya se encendió y ella ascendió
como planeswalker…”.
“Afortunadamente eso calmó su
ansía de matarme… o no hubiera podido hacer algo contra ella. Terminó su trance,
pero no pudo responderme acerca de lo que le había pasado en esos 20 años, y
del anillo de Lim-Dül no supe nada más… Ella se fue a viajar por el Multiverso, aunque recientemente me
enteré, no por ella, de que su impetuosidad e impertinencia eventualmente le
costó su vida… Si es así, es una lástima. Su espíritu libre habría sido una
aliado fuerte para lo que viene… ¿En cuanto a mí?, he pasado los últimos 1000
años escondido esparciendo leyendas y mitos sobre mi… Mi hora llegará, pero
más de 3 milenios de vida han hecho que aprecie la vida…”.
ooo
Estaba a punto de amanecer. La
figura de Jodah aún se dirigía a
Orim y Hanna. Las dos jóvenes tenían muchas preguntas. A Hanna muchas cosas le habían hecho sentido, por conversaciones que
había oído a su padre, pero otras más no tenía idea de que hablaba Jodah…había
sido un resumen de casi 4000 años en historia de Dominaria. Hanna volteó a ver
a Orim, quien veía de manera seria a
Jodah, casi sin pestañear.
“…crean que es azar. El que yo
haya aparecido ante ustedes tiene un porqué… aquí en Nueva Argive. Ustedes
vivían bien, no tenían necesidades, pero han dejado sus vidas y de un tiempo
para acá han sentido la necesidad de buscar… sigan buscando. No son las únicas.
Ahora mismo personas con diferentes talentos están sintiendo lo mismo que
ustedes, cada uno es parte del Legado.
Mi sugerencia aunque a …psshhh… no le
agrade es que busquen información sobre Serra y Taysir, si aún viven… Pregunten
por…psshhh…, pidan que les cuenten todo
acerca de él. Tiene un plan, pero primero deben conocerlo. No dejen de seguir
su impulso de estar dónde deben estar…”.
La imagen de Jodah desapareció frente a las dos mujeres. La última parte del
hechizo tanto a Orim como a Hanna les pareció que estaba incompleta. La imagen
de Jodah movía sus labios aún en los silencios, pero no lograron escuchar algo.
Hanna rompió el silencio:
-
¿Te pareció que la última parte del mensaje tuvo
mucha… interferencia? Como si el mensaje fuera editado.
-
Si, pero me agradaría volver a escucharlo. –
Respondió Orim – dijo que somos parte del Legado… ¿el legado de quién?
Ambas tomaron el libro con sus
manos, pero nada sucedió. Hanna abrió el libro. Escrito en forma de memorias,
alcanzó a ver algunos nombres de los que les habló Jodah.
-
No te preocupes – dijo Hanna - viene todo aquí. Incluso más.
-
¿Tú has sentido esa sensación de que debemos
estar en otro lado? – preguntó Orim a Hanna.
-
Sí… desde antes de salir de Tolaria. – respondió
Hanna.
-
Yo también… es extraño – dijo Orim viendo el
amanecer que se asomaba en la ventana de su dormitorio – Bueno… sigamos ese
impulso.
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