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La tripulación
del Weatherlight estaba lista. Por
separado habían estado asistiendo en la misión de rescate de su antigua
capitán, Sisay. Cada uno de ellos
aportando lo mejor de sus habilidades: Ertai
practicando cómo mantener el portal abierto, Karn obteniendo los artefactos que había robado Volrath, y Gerrard, junto con Starke
y Tahngarth, habían liberado a la
capitán Sisay y a la hija de Starke, Takara,
del cautiverio al que las tenía sometido el evincar de Rath, Volrath. Sin embargo, hubo
contratiempos y desgracias. Mirri se encontraba herida, Crovax había sufrido
una conversión a vampiro y Starke había quedado ciego. Aún con el tiempo que
les había ganado la batalla que el señor de los elfos, Eladamri, y la líder de los humanos, Oracle en-Vec, en los
límites de la Fortaleza del Evincar, los miembros de la tripulación aún debían salir del plano de Rath. Con Gerrard
al frente, Starke siendo guiado por su hija y Tahngarth cargando a Sisay, el
grupo dejó la Cámara de los Sueños de Volrath y se dirigió de regreso hacia la
Weatherlight.
De regreso
en el portal, Ertai continuaba
practicando cómo mantener el portal abierto durante un tiempo considerable. El
joven y arrogante mago había hecho un trato con Lyna, la emisaria de los soltari: ella y su gente lo protegerían
de cualquier peligro que se acercara al portal mientras él practicaba, a
cambio de que los dejara pasar por el portal y así regresar a Dominaria.
-
¡Lo logré! – dijo Ertai.
-
¡Sabía que podrías! – contestó Lyna.
-
Un momento… ¡algo anda mal!... el portal se
mantiene solo…
-
¿Qué estás diciendo?
-
Por mucho que me duela admitirlo… no soy yo el
que está manteniendo el portal abierto…
-
¡Pero al fin podemos escapar! – Lyna soltó una
risa.
-
¡No! Tenemos un trato – Ertai trató de parecer lo más amenazante posible – Quizá el portal
me causaba problemas, pero es fácil crear una barrera de protección para que no
pases… ¡Tienes que avisar a mis amigos del Weatherlight! De aquí nos iremos
todos…
-
¡Está bien! ¿Dónde están? – preguntó la mujer.
-
En la fortaleza… date prisa, no sé cuánto tiempo
durará el portal. Busca a una rubia atractiva. Dile que el discípulo de Barrin te envía.
Lyna encargó
a su gente que mantuviera vigilado el lugar, mientras ella viajaba en busca de
la Weatherlight y su tripulación. La
habilidad de Lyna le permitía volar, además de viajar entre el mundo real y el
mundo de las sombras. Mientras volaba sobre la llanura dónde se desarrollaba la
batalla de Elfos y humanos contra moggs, la soltari pasó desapercibida en su
forma de sombra. No pasó mucho tiempo para que pudiera ubicar la gran nave, que
seguía detenida en uno de los muelles de la Fortaleza. “Ertai me dijo que
buscara a la rubia atractiva” pensaba mientras observa a cada uno de los
tripulantes de la nave, hasta que dio con Hanna.
-
¡Tú! ¡Rubia! ¡Ertai me envía! – mientras cambiaba
su forma visible, Lyna dio el susto de su vida a Hanna.
-
¡Por todos los cielos! ¿Quién eres tú? ¿Qué
quieres?
-
¡El discípulo de Barrin me envía! – Lyna creyó
que era toda la información que necesitaba dar.
-
¿De qué hablas? ¡Orim, sube rápido!
Lyna se dio
cuenta que tendría que explicar todo el trato que hizo con Ertai y así lo hizo.
-
Ertai
dice que no sabe cuánto tiempo estará abierto el portal.
-
¡Por ahí hubieras empezado! ¡Debemos ir por
Gerrard!
Mientras Lyna entregaba el mensaje urgente, Karn apareció en el cuarto de Máquinas con los artefactos que habían sido sustraídos por los moggs en el asalto que sufrió la Weatherlight cuando llegaron al plano de Rath. Hanna y Orim estaban sorprendidas, no sólo por su regreso, sino porque venía sólo.
-
No se preocupen. – dijo Karn tranquilizándolas –
Ella me dijo que mantendría su palabra.
-
¿Ella? ¿Quién es ella?
-
La Reina
Sliver. Me dijo que no mandaría a
sus hijos a atrapar a los enemigos de Volrath. Eso les dará tiempo.
Además de
los artefactos robados durante el asalto, Karn trajo consigo un artefacto poco
más grande que los demás que le había sido robado a Gerrard por Vuel, hace ya
mucho tiempo. Karn lo llamaba Skyshaper.
-
Sé que la Weatherlight
lo ocupa, me lo ha dicho. Volrath confiaba mucho en que la Reina Sliver
protegería todos los artefactos, pero le hice ver, con palabras, que estos
artefactos son mis hermanos.
Hanna no comprendía
cómo es que Karn y la nave se comunicaban, pero no perdió tiempo y, rápidamente,
buscó en sus registros y pergaminos para qué serviría la pieza. Hanna estaba
segura de haberla visto en los manuales de la nave. Los registros mostraban que
la nueva adquisición dotaría a la Weatherlight
de mayor velocidad y potencia.
-
¿Cómo es que éste artefacto acabó aquí en Rath? Preguntó
Orim a Hanna.
-
Me fue arrebatado por Volrath en la llanura de
Jamuraa cuando aún se llamaba Vuel.
Es un misterio el uso que le daría a estos artefactos, pero aún faltan piezas.
La Weatherlight me pregunta por Gerrard. ¿Dónde está Gerrard? – preguntó Karn.
-
No lo sé… pero ya hemos perdido mucho tiempo.
Debemos ir por ellos – ordenó Hanna.
- ¿Karn, a qué te refieres con que la nave te preguntó por Gerrard?
-
Lo hizo. La escucho.
-
¿Y apenas nos lo dices?
-
Antes no lo había hecho, y si lo hacía, no la
escuchaba. Debe ser el hecho de que todos estos artefactos están juntos y yo
junto con ellos.
-
Es fascinante – comentó Orim. En ese instante un fuerte ruido se escuchó afuera, seguido de
un golpe que tumbó a Orim y Hanna.
-
¿Qué fue eso? – preguntó Hanna.
-
Hemos sido descubiertos – respondió Karn.
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