Weatherlight
5
El grupo se separó, dejando a
Gerrard y Tahngarth en Benalia.
Hanna le avisó a Gerrard que iría a Tolaria a buscar a su padre Barrin, uno de los magos más
reconocidos de Dominaria. Hanna estaba insegura de cómo Barrin los recibiría,
en cómo la recibiría a ella. Su padre habría querido que ella fuera maga, pero
el interés de ella por los artefactos, y una fascinación por las estructuras que
había construido Urza, le habían dado como resultado algunos regaños. Tras
escaparse de Tolaria para ir a estudiar a la universidad de Nueva Arguive, la
relación estaba congelada. No habían vuelto a hablar desde esa vez.

-
Tanto de que hablar, mi niña – Dijo Barrin.
-
¡Debiste escribir, Hanna! – dijo su madre.
-
Perdón, no sabía cómo habían tomado mi partida.
-
Obviamente la tomamos muy mal, en especial tu
padre. Pero comprendimos que era lo que deseabas. – respondió Rayne.
No hubo banquetes o
recibimientos especiales. Barrin era el gran maestro de Tolaria, sin embargo, la isla
no eran un reino como tal, por lo que no podía darse lujos. Aún así, hubo momento para compartir la mesa, en la cual
Barrin fue muy incisivo en sus preguntas a Hanna, en especial las que
concernían a su encuentro con algún phyrexiano que les hubiera hecho la vida
difícil.
-
Entonces me dices que se dirigen… ¿a Rath? –
pregunto Barrin
-
Si. Sisay, la capitán de la nave, fue
secuestrada. – respondió Hanna.
-
¿No crees que pueda ser una trampa? – inquirió
su padre.
-
Nuestro nuevo capitán, Gerrard, lo pensó, pero…
-
¿Gerrard? … ¿Dónde está ese capitán tuyo?
-
Se quedó en Benalia, buscando a un hombre que
podría llevarnos a Rath.
-
Eso es… Hanna, debes saber que la información
vuela. Muchos están atentos a su búsqueda. Ya no es tan secreta como creen. La
Weatherlight atrae muchas miradas.
-
Pareces enterado de las cosas, papá.
-
¿Crees que no te hemos estado vigilando? –
pregunto Rayne – Estamos atentos por si las cosas se pusieran complicadas.
-
Gracias… se los agradezco. – respondió Hanna
-
Pero al entrar a Rath, estarán por su cuenta. –
Dijo Barrin – Debes tener mucho cuidado, Hanna. Si en verdad están buscando los
artefactos del Legacy, el enemigo ya lo sabe.
-
¿Sabes del Legacy?
-
¡Claro! ¿Olvidas por qué fue creada Tolaria? Es
un centro de saber en contra de Phyrexia.
- Entonces ¿por qué no has sido más proactivo en
ayudar? ¡¿En ayudarme?!
-
Tú tenías que encontrar tu camino, aunque fuera
aparte del mío.
-
Bien, entonces sabes por qué estamos aquí.
-
Si. Terminemos de cenar. - Barrin se pusó serio. – Mañana te daré mi
respuesta.
ooo
La tripulación durmió en la
gran sala, donde Hanna había tomado
varias clases de niña. Al siguiente día, Barrin mandó llamar a el núcleo del
Weatherlight: Hanna, Orim, Tahngarth, Squee, Karn y Mirri.
-
Sé qué vinieron a pedir mi ayuda para poder
activar el motor Thran del Weatherlight, sin embargo, no podría abandonar mis
obligaciones aquí en Tolaria… mucho menos cuando ahora se embarcan a otro
plano. Tolaria debe estar atenta a una posible Invasión Phyrexiana aquí en
Dominaria.
-
¿Entonces? – pregunto Tahngarth - ¿Cómo ayudarás,
mago?
-
Iré yo en su lugar – dijo un mago rubio que
estaba detrás de ellos – Mi nombre es Ertai
y me encantan las entradas dramáticas.
-
¡Ertai! ¡Cuánto tiempo! – Hanna sonreía al ver a su viejo amigo.
-
Hanna, querida… wow… ¡Mírate nada más! Has
crecido – respondió Ertai. Te ha hecho bien el aire y sol de Dominaria.
-
Ertai, no hagas que me arrepienta tan pronto de
mi decisión. – agregó Barrin. - Él es
Ertai, y es un mago de todas mis confianzas. Él podrá activar la nave para su
viaje.
-
No lo dudo – dijo Tahngarth – pero quisiéramos
una demostración de su poder.
-
Soy un mago demasiado modesto como para mostrar
la completa extensión de mis habilidades. - Respondió el mago.
-
Tu humor no ha cambiado, Ertai – inquirió Hanna.
-
Sólo un poco, Hanna, ahora tengo el humor del
mejor mago de nuestra era.
-
¿El humor de mi padre? – Siguió Hanna.
-
¡Ah! Tú siempre sabías como callarme – dijo
Ertai con una sonrisa.
Hanna y Ertai hablaron de todo
lo que habían hecho desde la última vez que se vieron, su forma de interactuar
no se había afectado en el tiempo que pasaron separados. El humor que
compartían era muy peculiar. Sólo algo había cambiado en ellos: Hanna ahora era
más competente con respecto a los artefactos, habiendo vivido muchas aventuras,
y Ertai se había vuelto un muy buen mago, pero arrogante en extremo. Durante la
comida, Ertai no paro de hablar de lo que podría hacer, “se los mostraré en el
momento adecuado”, decía. Mirri se
hartó mientras Ertai continuaba exponiendo sus virtudes.
-
Si ese arrogante no se calla, voy a tener que
matarlo – dijo Mirri por lo bajo a Orim,
quien soltó una risa.
-
¿Qué me dices tú, felina? ¿Cuáles son tus
habilidades? – pregunto Ertai a Mirri.
-
El momento en que las sepas, estarás muerto.
-
Uuuuu… me agrada tu actitud. ¿supieron de lo que
pasó en Jamuraa? ¿El viaje temporal de Teferi?
-
Estuvimos ahí, ayudamos un poco. Teferi pidió
ayuda a nuestra capitán, Sisay –
dijo Orim.
-
¿En serio? Wow… me hubiese gustado estar ahí.
-
Nos hubiese encantado tenerte – dijo Mirri en
tono sarcástico.
-
Nunca cambies. – Dijo Ertai – El asunto es que Teferi pudiera llevarnos a ese lugar,
Rath. Es algo que tienen los planeswalkers,
pueden viajar entre planos sin problema. Yo creo tener el poder para hacerlo.
-
¿Y por qué no nos lo muestras? – preguntó Mirri
maliciosamente – Si eres tan bueno.
-
Oh créeme, soy bueno. Pero no puedes llegar
desde aquí… bueno, puedes, pero no sería divertido.
Al siguiente día, tras
despedirse de Barrin y Rayne, la tripulación partió de Tolaria. La bodega del
Weatherlight había sido cargada de víveres mágicos imperecederos para la
travesía que tendrían adelante. Cualquier cambio de temperatura o de mal tiempo
no los afectaría gracias a un hechizo de la madre de Hanna. Sin embargo, tras
dejar atrás la isla, el Weatherlight fue atacado por avizoas, criaturas parecidas a medusas.
Las avizoas eran el terror
de esos mares, razón por la cual Tolaria era poco visitada, pues esos seres
eran una defensa natural de esas aguas. Los animales atraparon a algunos
tripulantes que se encontraban en cubierta.
-
¡Debemos matarlos! – gritó Ertai en shock.
-
Si les disparas podrías herir a la persona,
¿alguna otra idea, mago? – preguntó Mirri.
-
Trataré de regresarlos a cubierta, pero deben
estar atentos, porque pueden regresar junto con esas criaturas, pero necesito
algún voluntario de carnada.
-
¿Crees que Squee sirva? – dijo Tahngart
maliciosamente viendo al goblin, quién asustado, sacó el artefacto que siempre
llevaba con él y lo empezó a frotar.
Ertai fue regresando a cubierta a cada tripulante que había sido
atrapado por las avizoas y, si alguno de ellos venía junto con la criatura,
Mirri estaba lista para separarlos. Les llevo bastante tiempo lograrlo, pues
Ertai se mareaba en la nave. Pero al final lo lograron. Con un Ertai exhausto.
-
Bienvenido al mundo real – le dijo Mirri
soriendo.
Ertai pensó que la aventura
que le esperaba no le faltarían emociones.
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